lunes, 16 de marzo de 2009

Jean-Antoine Watteau


Peregrinación a la isla de Citera(1717)


(Valenciennes; 10 de octubre de 1684 - Nogent-sur-Marne; 18 de julio de 1721), pintor francés. Es uno de los grandes genios del último barroco francés y del primer rococó. Se le atribuye la creación del género de las fêtes galantes: escenas de cortejo amoroso y diversiones, con un encanto idílico y bucólico, bañadas en un aire de teatralidad. Algunos de sus temas más conocidos se inspiraron en el mundo de la comedia italiana o el ballet.

Era hijo de un artesano techador de Valenciennes, ciudad flamenca que acababa de pasar a dominio francés. Comenzó su aprendizaje a los once años con el pintor decorador Jacques-Albert Guérin. Se trasladó, a la muerte de éste (1706), a París.
En la capital, se unió a los pintores flamencos del barrio de Saint-Germain-des-Prés. Ingresó en el taller de Claude Gillot, gracias a cuya colaboración frecuentó los ambientes de la farándula y el teatro que le servirán como motivo de inspiración, así como la sociedad elegante. Fracasó en el concurso para el Prix de Rome, que le hubiese proporcionado una beca para estudiar en Roma.
Desencantado por sus pobres progresos, en 1709 regresa a su ciudad natal, dedicándose a la realización de escenas de posadas y soldados, inspiradas en el barroco holandés y flamenco, especialmente de Teniers.
Dos años después regresa a París, y continúa su relación con el mundo teatral, representando a diversos personajes y obtiene buenos ingresos. Se relacionó con gentes de teatro, que le sirvieron de modelo para algunos de sus cuadros. En 1712 le nombraron agregado de la Academia, por lo que debía donar una obra a la misma: lo hizo cinco años más tarde, presentando el Embarque para la isla de Citerea. Gracias a él, se consideró como nuevo género las fêtes galantes, que serían imitadas por Nicolas Lancret y Jean-Baptiste Pater, entre otros.
En 1719 Watteau se traslada a Londres para consultar a su amigo y admirador el doctor Mead sobre la tisis que padecía. Pero regresó a París al año siguiente sin experimentar ninguna mejora. El verano de 1720 se instaló en casa de Gersaint, marchante de cuadros como su suegro Sirois. Se retiró a Nogent-sur-Marne. Murió tuberculoso a los 35 años.


Obra: Peregrinación a la isla de Citera (1717)
Es un cuadro del género de ilustración de las fiestas galantes. Considerada su obra maestra. Fue su ejercicio de ingreso en la Academia Real de Pintura y Escultura. Representa una idea propia de la poesía francesa: un viaje a una isla de bienaventurados en la que reside el amor. El paisaje es ideal. Las figuras son minuciosas, prestando especial atención a los efectos de luz sobre los ropajes.
Una interpretación del tema es que el acto de dejar la isla de Citera representa el abandono de los placeres de la seducción para dar paso a los del amor físico. Se pasa entonces del sueño a la realidad.